903.6

Preocupados porque nuestra gran herencia cristiana sea comprendida y salvaguardada, le recordamos a nuestra feligresía que tanto la libertad política como la religiosa descansan sobre los conceptos bíblicos de la dignidad del hombre como creación de Dios y lo sagrado de su conciencia individual. Instamos a nuestra feligresía a participar en la actividad política en apoyo de estos conceptos bíblicos y a estar vigilantes contra cualquier amenaza a nuestra libertad preciada. Estas libertades están en peligro constante, por tanto instamos a que elijan para los oficios públicos, en todos los niveles gubernamentales, a personas que crean en estos principios y que sepan responder ante Dios y los que los eligieron al desempeñar sus puestos. Además, resistimos cualquier invasión de estos principios por grupos religiosos en busca de favores especiales. Creemos que el papel de la iglesia debe ser profético y que debe recordar constantemente a las personas que “la justicia engrandece a la nación” (Proverbios 14:34). (2005)