7

Creemos que la creación de la raza humana a la imagen de Dios incluyó la capacidad de decidir entre el bien y el mal y que, por tanto, los seres humanos fueron hechos moralmente responsables; que a través de la caída de Adán ellos se tornaron depravados, de tal modo que ahora no pueden, por sí mismos y por sus capacidades y obras, volver a la fe e invocar a Dios. Pero también creemos que la gracia de Dios, por medio de Jesucristo, se concede gratuitamente a todas las personas, capacitando a todos los que quieran, para volverse del pecado a la justicia, para creer en Jesucristo y recibir perdón y limpieza del pecado, y para seguir las buenas obras agradables y aceptables ante Él. Creemos que todas las personas, aunque posean la experiencia de la regeneración y de la entera santificación, pueden caer de la gracia y apostatar y, a menos que se arrepientan de sus pecados, se perderán eternalmente y sin esperanza.

(Semejanza divina y responsabilidad moral: Génesis 1:26–27; 2:16–17; Deuteronomio 28:1–2; 30:19; Josué 24:15; Salmos 8:3–5; Isaías 1:8–10; Jeremías 31:29–30; Ezequiel 18:1–4; Miqueas 6:8; Romanos 1:19–20; 2:1–16; 14:7–12; Gálatas 6:7–8
Incapacidad natural: Job 14:4; 15:14; Salmos 14:1–4; 51:5; Juan 3:6a; Romanos 3:10–12; 5:12–14, 20a; 7:14–25
Don de gracia y obras de fe: Ezequiel 18:25–26; Juan 1:12–13; 3:6b; Hechos 5:31; Romanos 5:6–8, 18; 6:15–16, 23; 10:6–8; 11:22; 1 Corintios 2:9–14; 10:112; 2 Corintios 5:18–19; Gálatas 5:6; Efe-sios 2:8–10; Filipenses 2:12–13; Colosenses 1:21–23; 2 Timoteo 4:10a; Tito 2:11–14; Hebreos 2:1–3; 3:12–15; 6:4–6; 10:26–31; San-tiago 2:18–22; 2 Pedro 1:10–11; 2:20–22)

10

Creemos que la santificación es la obra de Dios por medio de la cual transforma a los creyentes a la semejanza de Cristo. Ésta es efectuada mediante la gracia de Dios por el Espíritu Santo en la santificación inicial, o regeneración (simultánea a la justificación), la entera santificación y la obra continua de perfeccionamiento del creyente por el Espíritu Santo, culminando en la glorificación, en la cual somos completamente conformados a la imagen del Hijo.
Creemos que la entera santificación es el acto de Dios, subsecuente a la regeneración, por el cual los creyentes son hechos libres del pecado original o depravación, y son llevados a un estado de entera devoción a Dios y a la santa obediencia de amor hecho perfecto.
Es efectuada por la llenura o el bautismo con el Espíritu Santo; y en una sola experiencia incluye la limpieza de pecado del corazón y la morada permanente y continua del Espíritu Santo, capacitando al creyente para la vida y el servicio.
La entera santificación es provista por la sangre de Jesús, efectuada instantáneamente por la gracia mediante la fe y precedida por la entera consagración. El Espíritu Santo da testimonio de esta obra y estado de gracia.
Esta experiencia se conoce también con varios nombres que representan sus diferentes fases, tales como “la perfección cristiana”, “el amor perfecto”, “la pureza de corazón”, “la llenura o el bautismo con el Espíritu Santo”, “la plenitud de la bendición” y “la santidad cristiana”.

10.1

Creemos que hay una clara distinción entre el corazón puro y el carácter maduro. El primero se obtiene instantáneamente como resultado de la entera santificación; el segundo es resultado del crecimiento en la gracia.
Creemos que la gracia de la entera santificación incluye el impulso divino para crecer en gracia como discípulo semejante a Cristo. Sin embargo, este impulso se debe cultivar conscientemente, y se debe dar atención cuidadosa a los requisitos y procesos del desarrollo espiritual y mejoramiento de carácter y personalidad en semejanza a Cristo. Sin ese esfuerzo con tal propósito, el testimonio de uno puede debilitarse, y la gracia puede entorpecerse y finalmente perderse.
Al participar en los medios de gracia, especialmente en la comunión cristiana, en las disciplinas espirituales y en los sacramentos de la iglesia, los creyentes crecen en gracia y en amor sincero para con Dios y con el prójimo.

(Jeremías 31:31–34; Ezequiel 36:25–27; Malaquías 3:2–3; Mateo 3:11–12; Lucas 3:16–17; Juan 7:37–39; 14:15–23; 17:6–20; Hechos 1:5; 2:1–4; 15:8–9; Romanos 6:11–13, 19; 8:1–4, 8–14; 12:1–2; 2 Co-rintios 6:14–7:1; Gálatas 2:20; 5:16–25; Efesios 3:14–21; 5:17–18, 25–27; Filipenses 3:10–15; Colosenses 3:1–17; 1 Tesalonicenses 5:23–24; Hebreos 4:9–11; 10:10–17; 12:1–2; 13:12; 1 Juan 1:7, 9)
(“Perfección cristiana”, “amor perfecto”: Deuteronomio 30:6; Mateo 5:43–48; 22:37–40; Romanos 12:9–21; 13:8–10; 1 Corintios 13; Filipenses 3:10–15; Hebreos 6:1; 1 Juan 4:17–18
“Pureza de corazón”: Mateo 5:8; Hechos 15:8–9; 1 Pedro 1:22; 1 Juan 3:3
“La llenura o el bautismo con el Espíritu Santo”: Jeremías 31:31–34; Ezequiel 36:25–27; Malaquías 3:2–3; Mateo 3:11–12; Lucas 3:16–17; Hechos 1:5; 2:1–4; 15:8–9
“Plenitud de la bendición”: Romanos 15:29
“Santidad cristiana”: Mateo 5:1–7:29; Juan 15:1–11; Romanos 12:1–15:3; 2 Corintios 7:1; Efesios 4:17–5:20; Filipenses 1:9–11; 3:12–15; Colosenses 2:20–3:17; 1 Tesalonicenses 3:13; 4:7–8; 5:23; 2 Timoteo 2:19-22; Hebreos 10:19–25; 12:14; 13:20–21; 1 Pedro 1:15–16; 2 Pedro 1:1–11; 3:18; Judas 20–21)

146

El Superintendente de Ministerios Internacionales de Escuela Dominical y Discipulado. La iglesia en su reunión anual elegirá de entre sus miembros en plena comunión, por cédula y por voto de mayoría de los presentes y votantes, a un superintendente de escuela dominical para servir por un año (34) o hasta que su sucesor sea electo. La Junta de MIEDD, con la aprobación del pastor, podrá proponer que el superintendente de escuela dominical en funciones sea electo por voto de “sí” o “no”. Cualquier vacante será cubierta por la iglesia local en una reunión de la iglesia debidamente convocada (113.11, 145.5). El superintendente de MIEDD recién electo será miembro ex oficio de la asamblea de distrito (201), de la junta de la iglesia local (127), y de la Junta de MIEDD (145).

Instamos a nuestras iglesias locales a que elijan como oficiales sólo a personas que sean miembros activos de la iglesia local y profesen la experiencia de la entera santificación y cuyas vidas den testimonio público de la gracia de Dios que nos llama a una vida santa; que estén en armonía con las doctrinas, el gobierno y las prácticas de la Iglesia del Nazareno; y que sostengan fielmente a la iglesia local con su asistencia, servicio activo y sus diezmos y ofrendas. Los oficiales de la iglesia deben participar plenamente en «hacer discípulos semejantes a Cristo en las naciones.” (34)

Los ddeberes y facultades del superintendente de Ministerios Internacionales de Escuela Dominical y Discipulado son:

145

Cada iglesia local deberá establecer una Junta de Ministerios Internacionales de Escuela Dominical y Discipulado (MIEDD) o un Comité de Educación como parte de la junta de la iglesia, en la reunión anual de la iglesia, la cual tendrá la responsabilidad de los ministerios de educación cristiana de la iglesia. En iglesias de 75 miembros o menos, la junta de la iglesia podrá cumplir esas responsabilidades. Los miembros son: el superintendente de MIEDD como miembro ex oficio (146); el pastor; el presidente de MNI; el presidente de la JNI; el director de ministerios entre los niños; el director de ministerios entre los adultos; y de tres a nueve personas electas de entre la membresía de la iglesia en su reunión anual. Los miembros pueden ser elegidos para términos escalonados de dos años y hasta que sus sucesores sean electos y acreditados. En caso de haber una vacante de un miembro electo será cubierta en una reunión de la iglesia debidamente convocada. Si una iglesia elige un comité de educación como parte de la junta de la iglesia deberá cumplir lo estipulado en el Manual en relación con el número mínimo de mayordomos y ecónomos (137, 141). El personal ex oficio será miembro del comité, aunque algunos quizá no sean miembros de la junta de la iglesia.
Instamos a nuestras iglesias locales a que elijan como oficiales sólo a personas que sean miembros activos de la iglesia local y profesen la experiencia de la entera santificación y cuyas vidas den testimonio público de la gracia de Dios que nos llama a una vida santa; que estén en armonía con las doctrinas, el gobierno y las prácticas de la Iglesia del Nazareno; y que sostengan fielmente a la iglesia local con su asistencia, servicio activo y sus diezmos y ofrendas. Los oficiales de la iglesia deben participar plenamente en “hacer discípulos semejantes a Cristo en las naciones.”
(34)

Los deberes y facultades de la Junta de Ministerios Internacionales de Escuela Dominical y Discipulado o Comité de Educación son:

127

Membresía. Cada iglesia local tendrá una junta, formada por el pastor, el superintendente de los Ministerios Internacionales de Escuela Dominical y Discipulado (MIEDD), el presidente de la Juventud Nazarena Internacional (JNI), el presidente de Misiones Nazarenas Internacionales (MNI), los mayordomos y los ecónomos de la iglesia, los miembros de la Junta de MIEDD, cuando hayan sido electos en la reunión anual de la iglesia para servir como el Comité de Educación de la junta. Si el presidente de la MNI es cónyuge del pas-tor o la pastora y decide no ser miembro de la junta, el vicepresidente podrá tomar su lugar; sin embargo, si el presidente es cónyuge del pastor o la pastora y decide servir en la junta, no participará en el proceso de la revisión pastoral.
No habrá más de 25 miembros regulares en la junta de la iglesia. (113.11) Los presbíteros y ministros licenciados sin asignación por el distrito y los empleados bajo sueldo de la iglesia local no son elegibles para servir en la junta de la iglesia local.
Instamos a nuestras iglesias locales a elegir como oficiales a miembros activos de la iglesia local que profesen la experiencia de la entera santificación y cuyas vidas den testimonio público de la gracia de Dios que nos llama a una vida santa; que estén en armonía con las doctrinas, el gobierno y las prácticas de la Iglesia del Nazareno; y que sostengan fielmente a la iglesia local con su asistencia, servicio activo y sus diezmos y ofrendas. Los oficiales de la iglesia deben participar plenamente en “hacer discípulos semejantes a Cristo en las naciones.” (34, 113.11, 137, 141, 145–147, 151, 153.2, 160.4)

113.11

Elecciones. En la reunión anual de la iglesia se elegirá, por cédula, a los mayordomos (137), los ecónomos (141, 142.1), el superintendente de Ministerios Internacionales de la Escuela Dominical y Discipulado (MIEDD) (146), y los miembros de la Junta de MIEDD, (145), para servir durante el siguiente año eclesiástico y hasta que sus sucesores sean electos y acreditados. Donde las leyes lo permitan y cuando sea aprobado por una mayoría absoluta de votos de los miembros presentes de la iglesia, todos los que han sido electos pueden servir por un término de dos años. Todos los electos como oficiales de la iglesia deberán ser miembros activos de esa misma Iglesia del Nazareno local.
Instamos a nuestras iglesias locales a que elijan como oficiales de la iglesia sólo a personas que sean miembros activos de la iglesia local que profesen la experiencia de la entera santificación, y cuyas vidas den testimonio público de la gracia de Dios que nos llama a una vida santa; que estén en armonía con las doctrinas, el gobierno y las prácticas de la Iglesia del Nazareno; y que respalden fielmente a la iglesia local con su asistencia, servicio activo, y sus diezmos y ofrendas. Los oficiales de la iglesia deben estar completamente involucrados “en hacer discípulos semejantes a Cristo en las naciones.” (34, 127, 145–147)