29.6

El uso no prescrito de drogas alucinógenas, estimulantes y tranquilizantes, y el uso indebido y abuso de medicinas obtenidas bajo prescripción facultativa.
Tales drogas deben usarse sólo por instrucción y bajo la supervisión médica competente.

(Mateo 22:37–39; 27:34; Romanos 12:1–2; 1 Corintios 6:19–20; 9:24–27)

903.16

La Iglesia del Nazareno exhorta a su feligresía a hacer pública su oposición al uso del tabaco por el peligro que representa para la salud y por ser un mal social. Nuestra posición histórica se basa en la Palabra de Dios, en donde se nos amonesta a mantener nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo (1 Corintios 3:16–17; 6:19–20). Nuestra oposición al uso del tabaco en todas sus formas es apoyada fuertemente por evidencia médica, documentada por nu-merosas organizaciones sociales, gubernamentales y médicas en diversas partes del mundo. Éstas han probado que es una amenaza a la salud y han demostrado concluyentemente que su uso puede producir cambios en la fisiología normal del cuerpo, que son al mismo tiempo serios y permanentes. Reconocemos que nuestros jóvenes reciben una fuerte influencia por los millones de dólares que se gastan en la publicidad del tabaco y su mal gemelo, las bebidas alcohólicas. Apoyamos la prohibición de toda publicidad sobre el tabaco y las bebidas alcohólicas en revistas, anuncios callejeros, radio, televisión y otros medios masivos de comunicación. (2013)

903.15

La Iglesia del Nazareno se opone públicamente al uso social de bebidas alcohólicas. Animamos a las agencias y organizaciones cívicas, laborales, comerciales, profesionales, sociales, voluntarias y privadas a ayudar en campañas contra el uso social de bebidas alcohólicas para contrarrestar la publicidad y la promoción por medios masivos de comunicación de tales bebidas como socialmente aceptables. (2013)