802

El Señor mismo ordenó este sacramento santo. Él mandó a sus discípulos que participasen del pan y del vino, que son emblemas de su cuerpo roto y de su sangre derramada. Esta es la mesa del Señor. Esta fiesta es para sus discípulos. Todos ustedes que con verdadero arrepentimiento han abandonado sus pecados y han creído en Cristo para salvación, acérquense y tomen de estos emblemas y, por la fe, participen de la vida de Jesucristo para la consolación y gozo de sus almas. Acordémonos que es la conmemoración de la pasión y muerte de nuestro Señor y que también es señal de su segunda venida. No nos olvidemos de que somos uno, en una misma mesa con el Señor.

El ministro puede ofrecer una oración de confesión y súplica, concluyendo con la siguiente oración de consagración:

Omnipotente Dios, Padre nuestro celestial, que por tu tierna misericordia entregaste a tu único Hijo, Jesucristo, para sufrir muerte en la cruz por nuestra redención: óyenos, te suplicamos humildemente. Concédenos que al recibir estos elementos del pan y del vino, según la institución santa de tu Hijo, nuestro Salvador Jesucristo, en memoria de su pasión y muerte, seamos hechos participantes de los beneficios de su muerte expiatoria.
Nos acordamos de que la misma noche en que nuestro Señor fue entregado, tomó pan y, habiendo dado gracias, lo partió y dio a sus discípulos, diciendo: “Esto es mi cuerpo, que por es dado por ustedes; hagan esto en memoria de mí”. Asimismo, después de haber cenado, tomó la co-pa y, habiendo dado gracias, dio a sus discípulos, diciendo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por se derrama por ustedes”. “Hagan esto todas las veces que la beban, en memoria de mí”.
Permítenos venir delante de ti con verdadera humildad y fe al participar de este santo sacramento. Por Jesucristo Señor nuestro. Amén.

Entonces el ministro, habiendo participado primero, administrará la comunión a la congregación con la ayuda de algún ministro o ministros presentes, o cuando sea necesario, de los mayordomos.
Mientras se distribuye el pan, el ministro dirá:

El cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, que fue dado por vosotros, los preserve irreprensibles para la vida eterna. Tomen y coman este pan, en memoria de que Cristo murió por ustedes.

Mientras se reparten las copas, el ministro dirá:

La sangre de nuestro Señor Jesucristo, que fue derramada por ustedes, los preserve irreprensibles para la vida eterna. Beban de esta copa, en memoria de que la sangre de Cristo fue derramada por ustedes y sean agradecidos.

Después que todos hayan participado, el ministro podrá ofrecer una oración final de acción de gracias y consagración. (29.5, 514.4, 514.9, 530.7, 531.2, 532.1)

NOTA: Solamente vino sin fermentar deberá usarse en el sacramento de la Cena del Señor.

304.2

El Comité de Preparación de la Asamblea General y los superintendentes generales formularán un programa para la Asamblea General, incluyendo el énfasis de cada uno de los intereses generales; un culto de comunión y otros cultos religiosos para los primeros tres días de la Asamblea General o hasta que un comité de adoración pública haya sido designado; dicho programa estará sujeto a la aprobación de la Asamblea General.