800.2

Cuando los testigos hayan pasado adelante con el niño (o niños), el ministro dirá:

MUY AMADOS: Aun cuando no sostenemos que el bautismo imparte la gracia regeneradora de Dios creemos que Cristo dio este sacramento santo como una señal y sello del nuevo pacto. El bautismo cristiano significa para este(a) niño(a) la aceptación de gracia de parte de Dios sobre la base de su gracia preveniente en Cristo y señala hacia la apropiación personal que el niño (la niña) hará de los beneficios de la expiación cuando llegue a la edad de responsabilidad moral y ejercite una consciente fe salvadora en Cristo.
Al presentar a este(a) niño(a) para el bautismo están testificando de la propia fe personal cristiana y del propósito de guiarle en su vida temprana al conocimiento de Cristo como Salvador. Para lograr este fin será el deber suyo enseñarle, tan pronto como él (ella) pueda comprender, la naturaleza y propósito de este santo sacramento, vigilar su educación para que no se extravíe, dirigir sus pies al templo, refrenarlo(a) en cuanto a malas compañías y costumbres, y hasta donde sea posible, criarlo(a) en las enseñanzas y amonestaciones del Señor.
¿Se esforzarán a hacerlo con la ayuda de Dios? Si es así, contesten: “Sí, lo haremos”.

El ministro entonces pedirá a los padres o tutores que le den el nombre del niño; después bautizará al niño, repitiendo su nombre completo y diciendo:

________________, yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Pastor: Ahora les pregunto a ustedes, la congregación: ¿Prometen, como Cuerpo de Cristo, apoyar y alentar a estos padres (tutores) en el cumplimiento de su responsabilidad para con este(a) niño(a) y prometen ayudar a _______________ (nombre del niño o niña) contribuyendo en su crecimiento hacia la madurez espiritual?
Congregación: Sí.

El ministro entonces hará la siguiente oración u otra oración apropiada improvisada.

Padre celestial, humildemente te pedimos que tomes a este(a) niño(a) bajo tu amoroso cuidado. Enriquécelo(a) abundantemente con tu gracia celestial; guíalo(a) a salvo a través de los peligros de la niñez; líbralo(a) de las tentaciones de la juventud; guíalo(a) para que llegue a conocer personalmente a Cristo como su Salvador; ayúdalo(a) a crecer en sabiduría, en estatura y en gracia para contigo y los hombres y a que persevere hasta el fin. Sostén a sus padres con cuidado amoroso, para que con su sabio consejo y santo ejemplo puedan cumplir fielmente la responsabilidad que tienen contigo y con este(a) niño(a). Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, Señor nuestro. Amén.

800.1

MUY AMADOS: El bautismo es la señal y el sello del nuevo pacto de gracia y San Pablo da fe de este significado al escribir lo siguiente en su epístola a los Romanos:
“¿O no saben que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?, porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección” (Romanos 6:3–5).
La más antigua y sencilla declaración de la fe cristiana en la cual ahora vienen a ser bautizados es el Credo de los Apóstoles, que dice así:
“Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra;
“Y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro; que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió al infierno y al tercer día resucitó de entre los muertos; subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso. Y desde allí vendrá al fin del mundo a juzgar a los vivos y a los muertos.
“Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo y la vida perdurable”.
¿Desean ser bautizados en esta fe? Si es así, contesten: “Sí”.
Respuesta: “Sí”.
¿Reconocen a Jesucristo como su Salvador personal y están seguros en este momento de que Él los salva?
Respuesta: “Sí”.
¿Obedecerán la santa voluntad de Dios y guardarán sus mandamientos andando en ellos todos los días de sus vidas?
Respuesta: “Sí”.

El ministro, repitiendo el nombre completo de la persona y usando la forma de bautismo preferida —aspersión, afusión o inmersión— dirá:

___________, yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

532.1

Reconocemos sólo una orden del ministerio de predicación: la de presbítero. Esta es una orden permanente en la iglesia. El presbítero debe gobernar bien la iglesia, predicar la Palabra, administrar los sacramentos del bautismo y de la Santa Cena, celebrar matrimonios, todo en el nombre de Jesucristo, la Cabeza de la iglesia, y sujeto a Él. (30–30.4, 32, 513–514.3, 514.9–514.10, 536.12)

531.2

El diácono debe llenar los requisitos de la orden en cuanto a educación, dar evidencia de dones y virtudes apropiados, y ser reconocido y confirmado por la iglesia. El diácono será investido de autoridad para administrar los sacramentos del bautismo y la Santa Cena y oficiar matrimonios en donde las leyes del Estado no lo prohíban, y, ocasionalmente para conducir la adoración y predicar. Se entiende que el Señor y la iglesia pueden usar los dones y habilidades de esta persona en diversos ministerios asociados. Como símbolo del ministerio de siervo del Cuerpo de Cristo, el diácono también puede usar sus dones en funciones fuera de la iglesia institucional (30.2, 514.9–514.10)