Creemos en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Hacemos hincapié especial en la deidad de Jesucristo y en la personalidad del Espíritu Santo.
Creemos que el ser humano nace en pecado, que necesita el perdón por medio de Cristo y el nuevo nacimiento por el Espíritu Santo, que después de la regeneración sigue la obra más profunda de la purificación del corazón o entera santificación que se efectúa cuando recibe la plenitud del Espíritu Santo y, que de cada una de estas obras, el Espíritu Santo da testimonio.
Creemos que nuestro Señor Jesucristo regresará, que los muertos resucitarán y que todos comparecerán en el juicio final con sus recompensas y castigos. ¿Creen estas verdades sinceramente? Si es así, contesten: “Sí”.
¿Reconocen a Jesucristo como su Salvador personal y tienen ahora la seguridad de que Él los salva?
Respuesta: “Sí”.
Deseando unirse a la Iglesia del Nazareno, ¿prometen dedicarse a la comunión y a la obra de Dios en relación con ella, según se declara en El Pacto de Carácter Cristiano y en el Pacto de Conducta Cristiana de la Iglesia del Nazareno? ¿Se esforzarán en toda forma posible para glorificar a Dios, por medio de una conducta humilde, conversación piadosa y servicio santo; contribuyendo devotamente con vuestros bienes; asistiendo fielmente a los medios de gracia; y, apartándose de todo mal? ¿Procurarán sinceramente perfeccionar la santidad de corazón y vida en el temor de Dios?
Respuesta: “Sí”.
El ministro entonces dirá a la persona o personas:
Les doy la bienvenida a esta iglesia, a su comunión sagrada, sus obligaciones y privilegios. Que el Señor nuestro, Jesucristo, la gran Cabeza de la iglesia, los bendiga y los guarde y los ayude a ser fiel en toda buena obra.
El ministro entonces le dará la mano a cada uno y con palabras apropiadas de saludo personal, le dará la bienvenida a la iglesia.
(Ritual para recibir miembros que se afilian por carta de traslado):
_____, quien anteriormente fue miembro de la Iglesia del Nazareno en _____, viene a unirse a la comunión de esta congregación local.
Dándole la mano a cada uno, o dirigiéndose al grupo, el ministro dirá:
Me alegra mucho, en nombre de esta iglesia, darles la bienvenida a nuestra feligresía. Confiamos en que podamos ser una fuente de estímulo y fortaleza para ustedes y que, a su vez, ustedes puedan ser una fuente de bendición y ayuda para nosotros. Que el Señor los bendiga ricamente y los use para la salvación de otros y para el avance de su reino.
Creemos: En un Dios —Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos, dadas por inspiración plenaria, contienen toda la verdad necesaria para la fe y la vida cristiana.
Que el ser humano nace con una naturaleza caída y está, por tanto, inclinado al mal y esto de continuo.
Que los finalmente impenitentes están perdidos sin esperanza por la eternidad.
Que la expiación por medio de Jesucristo es para toda la raza humana, y que quien se arrepiente y cree en el Señor Jesucristo es justificado, regenerado y salvo del dominio del pecado.
Que los creyentes son enteramente santificados, subsecuentemente a la regeneración, por medio de la fe en el Señor Jesucristo.
Que el Espíritu Santo da testimonio del nuevo nacimiento y también de la entera santificación de los creyentes.
Que nuestro Señor regresará, los muertos resucitarán y que tendrá lugar el juicio final. (Párrafos 26.1–8).
¿Creen de todo corazón estas verdades?, si es así, respondan: Sí.
¿Reconocen a Jesucristo como vuestro Salvador personal y tienen ahora la seguridad de que Él los salva?
Respuesta: Sí.
Deseando unirse a la Iglesia del Nazareno, ¿prometen dedicarse a la comunión y a la obra de Dios en relación con ella, según se declara en las Reglas Generales y en el Pacto de Conducta Cristiana de la Iglesia del Nazareno? ¿Se esforzarán en toda forma posible para glorificar a Dios, por medio de una conducta humilde, conversación piadosa y servicio santo; contribuyendo devotamente con sus bienes; asistiendo fielmente a los medios de gracia; y, apartándose de todo mal? ¿Procurarán sinceramente perfeccionar la santidad de corazón y vida en el temor de Dios?
Respuesta: “Sí”.
El ministro entonces dirá a la persona o personas:
Les doy la bienvenida a esta iglesia, a su comunión sagrada, sus obligaciones y privilegios. Que el Señor nuestro, Jesucristo, la gran Cabeza de la iglesia, los bendiga y los guarde y los ayude a ser fieles en toda buena obra, que sus vidas y testimonio sea eficaz para guiar a otros a Cristo.
El ministro entonces le dará la mano a cada uno y con palabras apropiadas de saludo personal, le dará la bienvenida a la iglesia.
(Ritual para recibir a miembros que se afilian por carta de traslado):
_____, quien anteriormente fue miembro de la Iglesia del Nazareno en _____, viene a unirse a la comunión de esta congregación local.
Dándole la mano a cada uno, o dirigiéndose al grupo, el ministro dirá:
Me alegra mucho, en nombre de esta iglesia, darle la bienvenida a nuestra feligresía. Confiamos en que podamos ser una fuente de estímulo y fortaleza para usted y que, a su vez, usted pueda ser una fuente de bendición y ayuda para nosotros. Que el Señor lo bendiga ricamente y lo use para la salvación de las personas y para el avance de su reino.